Por Ricardo Bustos
Fiel a su forma de ver a los que no comulgan con sus ideas, Cristina Fernández, ofende, discrimina, humilla y hasta se mofa de quienes no tienen la posibilidad cercana de salir algún día de situaciones sociales y económicas difíciles.
Una frase la marca con tinta negra y letra gruesa:
«Gracias a los negros con guita les compraban a los comerciantes y los supermercados. Los que quieran ver rubios y de ojos celeste, que saquen un pasaje a Suecia y Holanda».
«No se nos puede hablar de la pesada herencia. Nunca se recibió un gobierno en democracia como lo recibió este gobierno: nulo nivel de endeudamiento, 5,9 % de desocupación, índice de Gini (El coeficiente de Gini es una medida de la desigualdad ideada por el estadístico italiano Corrado Gini. Normalmente se utiliza para medir la desigualdad en los ingresos, dentro de un país) . Según su librito, la señora nos dejó un país con programas de inclusión, educación y desarrollo social con trabajo. Lo cierto es que, con aumentos de haberes incluidos, hoy los jubilados cobran un poco mas de $6,000, algo que dista mucho de poder ser incluido como remuneración justa en el país que dice, dejó en marcha.
Según la ciencia, el psicópata tiende a operar con una grandiosa conducta, una actitud pretenciosa, un apetito insaciable. En base a estas definiciones, resulta aplicable a la conducta de la abogada exitosa, que durante ocho años condujo los destinos del país y cuatro acompañó la gestión de su difunto esposo.
Como cada mañana, una vez mas nos inunda la mente con frases que solamente pueden ser aceptadas por su persona o las que ciegamente continúan defendiendo sus ideales caducos, de una época fallida en la política argentina. La ex casi reina ahora nos dice que «A mí no me interesa (volver al gobierno). Para mí lo importante es que vuelvan ustedes: los jóvenes, los trabajadores, los empresarios, los comerciantes, los que creen en el país, los estudiantes, los científicos».
La verdad es que en esta oportunidad, somos muchos los que coincidimos con sus conceptos vertidos en una de las tantas reuniones políticas a las que asistió «auto-invitada», porque se trata de otro reducto afín a su forma de actuar. Quizá la señora aún no se ha dado cuenta que a millones de ciudadanos tampoco les interesa que quiera volver a ocupar algún cargo relevante. La arquitecta egipcia pretende que en las próximas elecciones presidenciales (2019) si se presenta, la voten por una diferencia de 10 puntos encima de sus contrincantes. Aún los argentinos no sabemos nada sobre la diferencia de votos que hubo (reales) del candidato Macri sobre Scioli.
Según la ex mandataria, «mi gran fracaso como presidenta fue no poder hacerle ver a los argentinos que habían progresado, que eso era producto de un modelo económico, político y social”. No señora, usted no fracasó en hacerle ver a los argentinos, usted fracasó como gobierno:
Porque dejó millones de pobres, tarifas atrasadas, falta de inversiones porque nadie confiaba en el modelo y sus proyectos solo apuntaban a convertir el país en otro Venezuela.
No resulta extraño escuchar a una de las tantas militantes que se formaron en su escuela, declarar que:
«Con Cristina teníamos para comer…ahora tenemos que trabajar».
¿Se ha quedado afuera del peronismo? nunca fué peronista y ahora blanquea o pretende blanquear una realidad al decirle a sus pocos aliados que trabajen para la unidad del movimiento obrero aunque deban prescindir del peronismo. Obviamente, los peronistas de pura cepa destapan botellas de sidra para festejar porque se quitan uno de los salvavidas de plomo que los tiene pisoteados.
Insiste Doña Cristina con su caballito de batalla. «Cuando decidís representar los intereses populares y mayoritarios sabés que te van a dar por los cuatro costados, sobre todo las empresas periodísticas hegemónicas en donde los que están ahí son empleados y dicen lo que les marcan los servicios, el patrón o quien sea». No dice la ex presidente que:
Hoy, en democracia y con otro signo político en la Casa Rosada, los medios son libres y lo podemos ver hasta en la Televisión Pública, donde a diario desfilan los ex funcionarios del gobierno kirchnerista, algo que antes no podían hacer libremente porque las internas se lo prohibían. A ello debemos sumar la cantidad de Radios y Canales de Televisión que continúan respondiendo a sus órdenes editoriales.
Lo único que nos queda a los ciudadanos que aún tenemos fe en un cambio a favor de la mayoría de los ciudadanos, es buscar los patitos que salieron de la fila para ver si por lo menos dejamos de escuchar tanta incoherencia política en un momento en donde lo que mas necesitamos es unión, diálogo, consenso y por sobre todo mucha inteligencia para no volver a caer en el abismo al que intentó llevar a nuestra amada Argentina.
No es casualidad que hoy se vende menos leche y mas cerveza. Ese es el resultado del regalo al que acostumbró a millones de pobres sin educación, porque usted y su gente se encargaron de fomentar niños y jóvenes sin conocimientos para poder someterlos con mucha mas facilidad.
Lamentablemente, lo han logrado.
«Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado». Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556